En una entrevista aparecida en el año 1991, el entonces alcalde de Llanes, Antonio Trevín, manifestaba que él utilizaba la táctica de “Torpedo” Müller, el célebre goleador alemán, e incluso aconsejaba a sus compañeros de partido que lo imitasen.
Por su parte, el filósofo Gustavo Bueno no ahorraba críticas a los planes de Trevín en materia urbanística, calificando la firma de los famosos convenios como el comienzo de la destrucción del Concejo.
La Nueva España, a través de “La tira y afloja” ponía la nota humorística de aquel momento, que representaba el intenso debate y el mayoritario rechazo que en toda Asturias se generó cuando el autodenominado “goleador” Trevín se propuso meter los goles a base de “pelotazos” en beneficio de especuladores foráneos, los cuales darían a cambio a Trevín las migajas que necesitaba transformar en votos (albañiles, peones, pintores, electricistas, etc, etc), al ofrecer falsas expectativas de empleo y riqueza. Por lo demás, eran constantes los comentarios y valoraciones sobre el montante económico de aquellas operaciones y sobre el destino final de los dineros.
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